miércoles, 2 de marzo de 2016

Libros: La tierra pródiga (Yáñez)

La tierra pródiga
de Agustín Yáñez
(Fondo de Cultura Económica)

Debo a la conjunción de un lector y de un psicoanalista en la misma persona el descubrimiento de este autor. En otras palabras, quien me recomendó por primera vez leer a Agustín Yáñez es un gran lector que en sus ratos de ocio se dedica al psicoanálisis (o tal vez al revés... no recuerdo). El hecho se produjo hará unos seis años. Caminaba mientras leía y el personaje en cuestión me soltó a quemarropa lo siguiente: "Tienes que leer a Yáñez. Escribe magníficamente". ¿Por qué lo escuché? Entre otras razones, porque sé que se trata de un Recomendador Tipo I, confiable y consistente. A muchos nos gusta recomendar lo que hemos leído o lo que estamos leyendo, así que a lo largo de la vida vamos clasificando a la gente en recomendadores de los siguientes tipos:

  1. aquéllos a los que haremos caso y,
  2. aquéllos cuyas sugerencias evitaremos sin confesarlo.
Espero que al menos para algunos de quienes nos leen en este momento entremos en la primera categoría.

Agustín Yáñez forma parte de ese enorme grupo de genios que en nuestro país (como en otros) se dedicaron más o menos a la política y más o menos a la literatura. Se desempeñó, entre otros cargos, como secretario de educación y gobernador de su estado... Compartieron ese modus vivendi escritores de la talla de José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Martín Luis Guzmán, Rodolfo UsigliCarlos Fuentes, Octavio Paz et al. (muchos como diplomáticos, cuando aún se enviaba como representantes en el extranjero a lo más decente que teníamos...). ¿Por qué viene esto a cuento? En parte para echarle leña al fuego que calienta el caldo de los tiempos pasados siempre fueron mejores: tengo la impresión de que el desprecio de la cultura del que han hecho gala últimamente nuestros funcionarios públicos es más un producto del calentamiento global que algo constitutivo de la clase política nacional. En fin.

Después de escuchar la recomendación, decidí leer a Yáñez y agradecí en silencio la sugerencia. Pasaron unas pocas páginas para darme cuenta de que en efecto escribía magníficamente. Poco o nada que pedirle a grandes como Onetti, Asturias, Carpentier u otros. Las novelas de Yáñez son una ver-da-de-ra delicia. El pretexto de esta ocasión fue La tierra pródiga, pero también hay que leer Las tierras flacas, Al filo del agua y La creación. Y es un gran pretexto para abordar a otros libros imprescindibles de nuestras letras nacionales: La parcela (de López Portillo y Rojas), La negra angustias (de Rojas González), La canoa perdida (de Rubín), El hombre de la situación (de Payno) e incluso La rebelión de los colgados (de ese ente extraño que muchos conocemos como Bruno Traven). Un verdadero paseo por lo que Antonio Castro Leal llamaba "los temas nacionales".

Me gustaría platicar un poco sobre la trama de la novela, pero no lo haré. Prefiero limitarme a decir que la recomiendo sin reservas. Últimamente prefiero leer sin saber de qué van los libros y sin leer la sinopsis de la contraportada. Así la lectura se convierte en una sorpresa permanente y ése es el regalo que le doy a mi cerebro a cambio de todo lo que hace por mí. Sugiero que lo intenten.

Hasta la entrega siguiente.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Cine: Fitzcarraldo (Herzog)

Fitzcarraldo de Werner Herzog "Deberían internarme en un psiquiátrico. Deberían impedirme hacer más películas". Según la leyen...