miércoles, 4 de febrero de 2015

Cine: El lado oscuro del corazón (Subiela)

El lado oscuro del corazón
de Eliseo Subiela

Como es el mes del amor (lo de la amistad claramente es para que la población soltera no pierda la oportunidad de gastar su dinero), vamos a recomendar sólo películas y libros de mucho amor.

Ahora que lo pienso, hace tiempo que tendría que haber recomendado esta película. No la recordaba porque estaba extraviada en el rincón de los triques, donde están todas las películas en videocassetes VHS. Seguramente muchos de quienes leerán esta recomendación nunca han probado las mieles de ver una película en un VHS original. En la antigüedad reciente muchas veces las películas las teníamos que ver en un casette que era copia de la copia de la copia. Al tratarse de copias a partir de la reproducción de una señal análoga, con cada una se perdía mucha calidad. La imagen y el sonido eran terribles la mayoría de las veces, pero era lo que había. Por eso conseguir una película original era la maravilla que los hijos de la era digital experimentan cotidianamente. Entre mi exigua colección de VHSs estoy viendo varios títulos que reclaman a gritos volver a ser vistos: Lugares comunes de Aristarain (con el siempre magnífico Federico Luppi, seguro que chillan con ésta), Amor y restos humanos de Arcand (con la inigualable y oniropoyética Mia Kirshner), El favor, el reloj y el pez enorme de Lewin (con una hilarante historia que incluye a Bob Hoskins, Jeff Goldblum, Natasha Richardson y Michel Blanc), entre otras (esas tres muuy recomendables).

No los entretengo. Esta película es una estupenda muestra de lo que se puede hacer con un buen guión, buenos actores y una buena dirección, y poco dinero. Es la única película que he visto de Subiela porque me prejuicié al leer las reseñas de otras y ya no quise verlas. Pero ¿de qué va esta historia? Pues de que un poeta se enamora de una prostituta (esta trama se revela en los primeros minutos). ¿Qué la hace interesante? Para mi gusto, uno de los principales elementos es la poesía: una parte de los diálogos está construida con poemas de Mario Benedetti, Oliverio Girondo y Juan Gelman (esta película guarda una sorpresita para los fanáticos de Benedetti). Mujeres y hombres por igual se enamorarán del personaje de Darío Grandinetti. Y el otro elemento (y es por el que me gusta verla una y otra vez) es que la historia es un homenaje a la bohemia constructiva (concepto probablemente acuñado por un Darío que no es Grandinetti y que describe muy bien las actividades de los personajes de la película).

Uno ve la película y quiere dedicarse a la poesía y vivir en Buenos Aires.

Hasta la próxima entrega.

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