de Alain Resnais
Una de las directrices de este foro es recomendar una obra por autor, para que nuestro heteogéneo auditorio pueda elegir. Sin embargo, hay momentos en la vida en los cuales es necesario recomendar de nuevo a un autor o director simplemente porque su obra nos obliga.
Si la memoria (de la computadora) no me falla, el único director del que hemos recomendado dos películas es Jim Jarmusch (Café y cigarros, y Los límtes del control). Quienes ya las vieron entenderán el por qué de esa decisión y entenderán por qué por segunda ocasión la volvemos a repetir de nuevo otra vez.
Tenía como tarea pendiente ver esta película porque extrañamente apareció en el Netflix. Digo "extrañamente apareció en el Netflix" porque allí no encuentran muchas películas de este tipo. A pesar de que el catálogo cuenta con un catálogo bajo la etiqueta de "Internacionales" (¿cuándo se hace internacional una película? Supongo que la etiqueta anterior de "extranjeras" hacía muy evidente que estamos bajo el yugo yanqui, dado que las películas gringas no calificaban como extranjeras...), suelen ser películas más bien comerciales. Rescatables en ese catálogo está Amélie, de Jean Pierre Jeunet, o varias de los hermanos Coen, o algunas comedias de Francis Veber, entre otras.
Vayamos al grano: recomendamos otra película de Alain Resnais simple y llanamente porque es un genio y la película es sorprendente en muchos niveles. Ésta fue la penúltima película que hizo y es fiel a la tradición de no casarse con una estructura o formato particular. Para quienes no lo conozcan, recomendamos algunos títulos difíciles de conseguir pero que valdrán la pena cualquier esfuerzo:
- Hiroshima mi amor. Basada en la novela de Marguerite Duras, es fiel a la idea de desconcertar con una estructura narrativa completamente original. También aprovechamos para recomendar El amor, novela sin igual de Duras.
- Smoking y No Smoking. Basadas en una obra de teatro de Alan Ayckbourn, de quien deben leer absolutamente todo lo que encuentren (si es que encuentran algo). Simplemente únicas, con las maravillosas actuaciones de Sabine Azéma y Pierre Arditi.
- Conocemos la canción. No recuerdo de quién es la historia pero sí el razonamiento: si habláramos con franqueza, podríamos reemplazar los diálogos con las letras de las canciones tradicionales.
- El año pasado en Marienbad. Lo más avant-garde de lo avant-garde. El cine desestructurado a todo lo que da. Y con una fotografía que les enchinará la piel.
Hasta la siguiente entrega.
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